Los empleados aclararon que no se paralizará el sistema Metro
como medida de protesta (Venancio Alcázares)
Sitrameca expondrá sus reclamos en una carta que enviarán a Chávez esta semana.
Néstor Cordero sujeta con rabia el recibo de pago de su última quincena: BsF 195.38. Trabaja en el Metro de Caracas desde hace 10 años y es técnico de Mantenimiento 5. No tiene tiempo libre. Cuando no está reparando trenes hace labores de albañilería. "Ese sueldo no alcanza para mantener a mis dos hijos".
A su lado, Douglas Martínez, con 18 años en la Compañía Metro de Caracas, redondea su quincena de BsF 450, reparando computadoras.
"Otro compañero tuvo que retirar a sus hijos de un colegio privado porque no podía seguir costeando la matrícula", ejemplifica Martínez el ambiente de desespero que reina entre los empleados del subterráneo.
Después de cuatro años sin contrato colectivo, Zoraida Payeres, integrante de la protesta que se realizó en la estación La Hoyada, le replica al presidente de Sitrameca, Pedro Coronado, que no están en condiciones de tener paciencia.
"Firmamos el contrato colectivo el pasado 26 de septiembre y el 4 diciembre se homologó, pero aún no se ha hecho efectiva ninguna de sus cláusulas", denuncia Payeres. Ella, al igual que el resto de los manifestantes, exigieron ayer la renuncia de Coronado, pues consideran que no ha sido capaz de defender sus derechos laborales.
Mientras los empleados del Metro pedían a gritos la realización de una asamblea urgente, fueron vanos los intentos del presidente del sindicato de calmar los ánimos cuando convocó a una reunión general de trabajadores para el 17 de febrero.
"No podemos esperar tanto", exclamaban enfurecidos. La respuesta del presidente del Metro de Caracas, Claudio Farías (a través de una circular) los enardeció aún más.
"En este momento nos encontramos en una situación especial producto de la convocatoria a la enmienda constitucional. Es de interés nacional que no se generen alteraciones del orden público", señaló Farías, vía email, a todos los trabajadores, reiterando su compromiso de atender el tema de la convención colectiva después del 15.
Con los hechos demostró lo contrario, pues el pasado 4 de febrero Farías fue enfático al expresar al sindicato que era imposible cumplir con los compromisos salariales e incluso intentó anular el contrato al que tildó de oneroso.
En un intento por defenderse, Coronado expuso su realidad. Un quincena de BsF 630, 27 años de servicio y cuatro hijos. El presidente de Sitrameca se comprometió a enviar durante esta semana una carta abierta al presidente Chávez donde expondrán sus reclamos.
Para que se honren los compromisos salariales de los empleados, Coronado aclaró que es necesario que el ministro de Infraestructura, Diosdado Cabello, solicite los recursos ante el Consejo de Ministros. Ignora por qué aún no lo ha hecho.
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